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 Ciudad de la furia, Argentina

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jueves, 26 de marzo de 2009

Hice a mi cuerpo amigo del viento y la distancia y me fui a buscarle una verdad a mi corazon. Algo tan grande como el cielo y las montañas y tan pequeño como una gota de rocio. Y ya no estuvo mas conmigo mi corazon, se fue a posar en cada una de las cosas; y ya no estuvo mas conmigo mi corazon, se fue a fundir con la esencia y la savia. Y ahora solo un camino he de caminar, cualquier camino que tenga corazon. Atravesando todo su largo sin aliento, dejando atras mil razones en el tiempo. Y morir queriendo ser libre, encontrar mi lado salvaje, ponerle alas a mi destino, romper los dientes de este engranaje. Hice un lugar en el refugio de mis sueños y guarde ahi mi tesoro mas preciado. Donde no llega el hombre con sus jaulas ni la maquinaria de la supervivencia. Me fue mas facil intentar la vida, que venderla al intelecto y la conformidad -

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Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito, repitiendo todos los dias los mismos trayectos; quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce. Muere lentamente quien hace de la television su guru. Muere lentamente quien evita una pasion, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "ies" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos. Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando esta infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detras de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos. Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye musica, quien no encuentra gracia en si mismo. Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar. Muere lentamente, quien pasa los dias quejandose de su mala suerte o de la lluvia incesante. Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe. Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar. Solamente la ardiente paciencia hara que conquistemos una esplendida felicidad.