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jueves, 20 de agosto de 2009

Otro jueves cobarde .

Otra tarde como las demas, sin amores rotos de casualidad; otro jueves de esos que no se dejan besar. No eran las esquirlas del rencor, eran telarañas en el corazon, un adios con pestañas, un desamor sin amor. Hoy que no me encuentro la nariz, hoy que no me sale ni dormir; no le pongas miel a la verdad, que si ando muerta es de tanto resucitar. Otra tarde que no arde, esta tarde sin pasado mañana. Otra tarde tan cobarde, esta tarde que no prueba manzanas. Otro jueves que no sabe bajarse ni los pantalones. Otro jueves que anda dando lastima por los rincones de esta tarde en coma 2. Otro jueves como los demas, demasiado martes, demasiado igual. Ni te declaro la guerra ni tu me firmas la paz. El planeta baila su gangrena, y otra vez volvieron a embarrar la fiesta los idiotas en celo y las sopranos con tos. Hoy me quedo muda para oir lo que nunca te supe decir. No perfumes tanto la verdad que si ando muerta es de tanto resucitar. Otro jueves que anda dando lastima por los rincones. De esta tarde en FA menor.

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Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito, repitiendo todos los dias los mismos trayectos; quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce. Muere lentamente quien hace de la television su guru. Muere lentamente quien evita una pasion, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "ies" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos. Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando esta infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detras de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos. Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye musica, quien no encuentra gracia en si mismo. Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar. Muere lentamente, quien pasa los dias quejandose de su mala suerte o de la lluvia incesante. Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe. Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar. Solamente la ardiente paciencia hara que conquistemos una esplendida felicidad.