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jueves, 15 de octubre de 2009

A imagen y semejanza .

Era la ultima hormiga de la caravana y no pudo seguir la ruta de sus compañeras. Un terron de azucar habia resbalado desde lo alto, quebrandose en varios terroncitos. Uno de estos le interceptaba el paso. Por un instante la hormiga quedo inmovil sobre el papel color crema. Luego, sus patitas delanteras tantearon el terron. Retrocedio, despues se detuvo. Tomando sus patas traseras como casi punto fijo de apoyo, dio una vuelta alrededor de sí misma en el sentido de las agujas de un reloj. Solo entonces se acerco de nuevo. Las patas delanteras se estiraron, en un primer intento de alzar el azucar, pero fracasaron. Sin embargo, el rapido movimiento hizo que el terron quedara mejor situado para la operacion de carga. Esta vez la hormiga acometio lateralmente su objetivo, alzo el terron y lo sostuvo sobre su cabeza. Por un instante parecio vacilar, luego reinicio el viaje, con un andar bastante mas lento que el que traia. Sus compañeras ya estaban lejos, fuera del papel, cerca del zocalo. La hormiga se detuvo, exactamente en el punto en que la superficie por la que marchaba, cambiaba de color. Las seis patas hollaron una N mayuscula y oscura. Despues de una momentanea detencion, termino por atravesarla. Ahora la superficie era otra vez clara. De pronto el terron resbalo sobre el papel, partiendose en dos. La hormiga hizo entonces un recorrido que incluyo una detenida inspeccion de ambas porciones, y eligio la mayor. Cargo con ella, y avanzo. En la ruta, hasta ese instante libre, aparecio una colilla aplastada. La bordeo lentamente, y cuando reaparecio al otro lado del pucho, la superficie se había vuelto nuevamente oscura porque en ese instante el transito de la hormiga tenía lugar sobre una A. Hubo una leve corriente de aire, como si alguien hubiera soplado. Hormiga y carga rodaron. Ahora el terron se desarmo por completo. La hormiga cayo sobre sus patas y emprendio una enloquecida carrerita en círculo. Luego parecio tranqilizarse. Fue hacia uno de los granos de azucar que antes había formado parte del medio terron, pero no lo cargo. Cuando reinicio su marcha no había perdido la ruta. Paso rapidamente sobre una D oscura, y al reingresar en la zona clara, otro obstaculo la detuvo. Era un trocito de algo, un palito acaso tres veces mas grande que ella misma. Retrocedio, avanzo, tanteo el palito, se qedo inmovil durante unos segundos. Luego empezo la tarea de carga. Dos veces se resbalo el palito, pero al final qedo bien afirmado, como una suerte de mastil inclinado. Al pasar sobre el area de la segunda A oscura, el andar de la hormiga era casi triunfal. Sin embargo, no habia avanzado dos centimetros por la superficie clara del papel, cuando algo o alguien movio aquella hoja y la hormiga rodo, mas o menos replegada sobre sí misma. Solo pudo reincorporarse cuando llego a la madera del piso. A cinco centimetros estaba el palito. La hormiga avanzo hasta el, esta vez con parsimonia, como midiendo cada sextuple paso. Asi y todo, llego hasta su objetivo, pero cuando estiraba las patas delanteras, de nuevo corrio el aire y el palito rodo hasta detenerse diez centímetros mas alla, semicaido en una de las rendijas qe separaban los tablones del piso. Uno de los extremos, sin embargo, emergía hacia arriba. Para la hormiga, semejante posicion represento en cierto modo una facilidad, ya que pudo hacer un rodeo a fin de intentar la operacion desde un angulo mas favorable. Al cabo de medio minuto, la faena estaba cumplida. La carga, otra vez alzada, estaba ahora en una posicion mas cercana a la estricta horizontalidad. La hormiga reinicio la marcha, sin desviarse jamas de su ruta hacia el zocalo. Las otras hormigas, con sus respectivos víveres, habían desaparecido por algun invisible agujero. Sobre la madera, la hormiga avanzaba mas lentamente que sobre el papel. Un nudo, bastante rugoso de la tabla, significo una demora de mas de un minuto. El palito estuvo a punto de caer, pero un particular vaiven del cuerpo de la hormiga aseguro su estabilidad. Dos centimetros mas y un golpe resono. Un golpe aparentemente dado sobre el piso. Al igual que las otras, esa tabla vibro y la hormiga dio un saltito involuntario, en el curso del cual, perdio su carga. El palito qedo atravesado en el tablon contiguo. El trabajo siguiente fue cruzar la hendidura, que en ese punto era bastante profunda. La hormiga se acerco al borde, hizo un leve avance erizado de alertas, pero aun asi se precipito en aquel abismo de centimetro y medio. Le llevo varios segundos rehacerse, escalar el lado opuesto de la hendidura y reaparecer en la superficie del siguiente tablon. Ahi estaba el palito. La hormiga estuvo un rato junto a el, sin otro movimiento que un intermitente temblor en las patas delanteras. Despues llevo a cabo su quinta operacion de carga. El palito quedo horizontal, aunque algo oblicuo con respecto al cuerpo de la hormiga. Esta hizo un movimiento brusco y entonces la carga quedo mejor acomodada. A medio metro estaba el zocalo. La hormiga avanzo en la antigua direccion, que en ese espacio casualmente se correspondia con la veta. Ahora el paso era rapido, y el palito no parecia correr el menor riesgo de derrumbe. A dos centimetros de su meta, la hormiga se detuvo, de nuevo alertada. Entonces, de lo alto aparecio un pulgar, un ancho dedo humano y concienzudamente aplasto carga y hormiga .

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Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito, repitiendo todos los dias los mismos trayectos; quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce. Muere lentamente quien hace de la television su guru. Muere lentamente quien evita una pasion, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "ies" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos. Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando esta infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detras de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos. Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye musica, quien no encuentra gracia en si mismo. Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar. Muere lentamente, quien pasa los dias quejandose de su mala suerte o de la lluvia incesante. Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe. Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar. Solamente la ardiente paciencia hara que conquistemos una esplendida felicidad.