De tanto esquivar soledad ya no hay nada que me espante. Todo lo que tuve una vez, hoy es ayer. Hoy es distante. De nada vale recordar lo que fuera algun dia. De nada vale llorar las horas perdidas. Pues alli esta la muerte, esperando. Soy quien ayer canto se vos, hoy por ser yo transito errante el camino del corazon, que aun dentro de mi pecho late. Sueño comprenderan, cual fue mi movida. Cuando la carga del tiempo se sume a sus vidas. Si lo quiere mi suerte, sera cierto. Es por tanto extrañar que no cierra mi herida. No se por que razon el amor me lastima. De nada vale llorar lo que fuera entonces. Mi verdad, mi razon, junto al cedro y al bronce. Los guardara la tierra. Nuevamente .
martes, 1 de diciembre de 2009
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Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito, repitiendo todos los dias los mismos trayectos; quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce. Muere lentamente quien hace de la television su guru. Muere lentamente quien evita una pasion, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "ies" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos. Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando esta infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detras de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos. Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye musica, quien no encuentra gracia en si mismo. Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar. Muere lentamente, quien pasa los dias quejandose de su mala suerte o de la lluvia incesante. Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe. Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar. Solamente la ardiente paciencia hara que conquistemos una esplendida felicidad.
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