Ni habíamos nacido cuando paso lo que paso. Cuando la ultima dictadura militar asolo a la Argentina matando y torturando a todo aquel que fuese su enemigo “por el solo hecho de pensar distinto”. Usurparon el gobierno por la fuerza, violando la ley suprema de todos nosotros que es la Constitución. ¿Para que recordar? ¿Para que guardar en la memoria los hechos más aberrantes de nuestra historia reciente? Podemos tal vez imaginar como fueron victimizadas aquellas personas que através de su arte, de sus palabras, tuvieron el coraje de la denuncia, tuvieron el compromiso de informar de verdad y con la verdad.¿Es posible que el olvido sea sinónimo de injusticia? El amor es memoria, la memoria es identidad y el olvido es la mayor injusticia, sobre todo con nosotros mismos. La dictadura no solo dejo desaparecidos, también dejo un enorme vacío generacional con secuelas que se perciben en el presente: individualismo excesivo, falta de compromiso, miseria espiritual y económica. Primero fue el miedo, después el silencio, mas tarde el olvido y ahora los jóvenes estamos mas preocupados por que celular nos vamos a comprar que por las cosas que les pasan al que tenemos al lado. Recordar a los desaparecidos, y también recordar a los autores de la masacre asumiendo que fueron parte de nuestra sociedad es necesario y doloroso. No podemos avanzar sin memoria. Sin memoria no puede haber un nosotros. Sin memoria no hay identidad posible, sin memoria no hay verdad. Para sanar las heridas necesitamos memoria, para crecer como sociedad necesitamos memoria. Necesitamos memoria para no repetir el horror, NUNCA MAS .
viernes, 23 de marzo de 2012
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Muere lentamente quien se transforma en esclavo del habito, repitiendo todos los dias los mismos trayectos; quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce. Muere lentamente quien hace de la television su guru. Muere lentamente quien evita una pasion, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las "ies" a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos. Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando esta infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detras de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos. Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye musica, quien no encuentra gracia en si mismo. Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar. Muere lentamente, quien pasa los dias quejandose de su mala suerte o de la lluvia incesante. Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe. Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar. Solamente la ardiente paciencia hara que conquistemos una esplendida felicidad.
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