Las letras vuelven a fluir ya sin nada que decir, vuelvo a hablar sin que nadie escuche, sin que nadie vea, sumergida en la oscuridad, la siniestra sonrisa se remarca en el fondo de la habitación y simula muecas de alegría, alergia irritable que desata carcajadas y los recuerdos se hacen presentes para potenciar el efecto del virus.
El orgullo queda de lado, como la razón que había desistido antes, las palabras siguen fluyendo mientras mas cerca estoy de tocar el cielo, me pregunto si el cielo duele, me despierta una rara vibración que viene de algún lado que me saca de ese lugar y me arrastra hasta un lugar tan alborotado que calma esta sed de respuestas que tan ansiadas.
Una paz quebrada por el silencio brutal. Una locura sin sentido ahogada por el humo y el ardor. El sol brilla afuera y explota pero vos estas metido en tu habitación porque tu cielo es gris y el cuerpo vibra.
Buscás sin respuesta esa concentración que te ayude a abrir los ojos. Ahora podrías estar afuera pero estás adentro.
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